Contexto general
Desde el año 2015 el flujo migratorio de las personas refugiadas y migrantes hacia Colombia se incrementó. Personas y familias buscan protección, mejores oportunidades en el país y acceso a servicios esenciales, convirtiendo a diferentes regiones de Colombia en lugares de acogida. Para agosto de 2024, se estimó que 2,8 millones de personas refugiadas y migrantes habían buscado establecerse en distintas zonas de Colombia1 . Lo anterior ha suscitado que en el país se realicen discusiones importantes en torno a la adaptación de políticas migratorias y creación de leyes para promover la garantía de derechos de las personas refugiadas y migrantes. Esto se ha realizado desde los escenarios de incidencia y visibilización de las realidades de la migración, y fomentando en el gobierno nacional y local la implementación de políticas públicas que disminuyan las barreras de acceso y garanticen el acceso efectivo a los derechos de la población.
Desde entonces, el Consejo Noruego para Refugiados (NRC) ha brindado atención a la población refugiada y migrante en Colombia, fomentando principalmente el acceso a oportunidades en medios de vida, acceso a orientación y asistencia legal y promoción de servicios esenciales. Actualmente, en los municipios de Soacha y Mosquera (departamento de Cundinamarca) y en Bogotá D.C. (localidades de Ciudad Bolívar, Bosa y Fontibón), se realizan estrategias de fomento de la inclusión económica (generación de condiciones dignas en el mercado laboral e incentivo de iniciativas productivas) de personas jóvenes refugiadas y migrantes, y de su comunidad de acogida, así como acciones complementarias para fomentar la cohesión social.
En su alianza, NRC y la Fundación Tiempo de Juego (TdJ) presentan esta Evaluación liderada por jóvenes: cohesión social y empoderamiento de medios de vida para jóvenes refugiados, migrantes y comunidades de acogida. El documento recoge las percepciones y datos proporcionados por jóvenes entre los 16 a 28 refugiados, migrantes y de su comunidad de acogida, acerca de temas tales como el emprendimiento, la dignificación del trabajo, su situación migratoria, el rol institucional, la formación de las personas jóvenes y la cohesión social.
Según el contexto expuesto, la población joven refugiada y migrante y de las comunidades de acogida requieren de entornos seguros de integración desde la participación comunitaria y la Inclusión Económica (IE). La integración de la población joven implica entonces un trabajo en los niveles comunitarios y locales, mitigando las brechas de acceso a actividades de participación, formación y acceso a oportunidades para la generación de medios de vida y bienestar en el contexto comunitario y local. Esto implica ofrecer servicios para su acceso y generar soluciones duraderas basadas en información actualizada y la propuesta de acciones de la juventud compartidas con su entorno inmediato y los tomadores de decisiones locales, regionales y nacionales comprometidos con la reducción de las barreras. Es indispensable impulsar en la comunidad de acogida las pautas necesarias para diversificar la participación desde la inclusión en el mercado laboral como la cohesión social.