RESUMEN EJECUTIVO
En junio de 2020, Venezuela se ubica como la segunda crisis de desplazamiento humanitario más importante a nivel internacional. Se estima que hay alrededor de 5.1 millones de refugiados y migrantes venezolanos alrededor del mundo. La escala de este desplazamiento “no tiene precedentes [...] en términos de velocidad y de magnitud” en América Latina, y la situación seguramente se complejizará aún más debido a la pandemia del coronavirus.
Si bien se ha prestado mucha atención a la asistencia brindada a migrantes por las agencias de Naciones Unidas y las ONGs internacionales, se sabe bastante menos acerca de cómo los actores locales en general, y las iglesias o comunidades religiosas en particular, han reaccionado frente a esta problemática. En algunos países, las iglesias cristianas locales, tanto católicas como evangélicas y protestantes, han cumplido un papel fundamental en el apoyo a personas migrantes venezolanas. Es, de hecho, muy cierto que suelen ser grupos locales los que brindan la primera asistencia a las personas desplazadas en nuestra región.
Esta investigación ha identificado y analizado algunas de las acciones y servicios de apoyo ofrecidas por las iglesias cristianas locales (ICLs) Protestantes a los migrantes y refugiados venezolanos en América Latina y el Caribe. En primera instancia, el trabajo pretendió identificar los servicios prestados, y luego ofrecer un análisis sobre la manera en que estas ICLs dieron respuesta a la situación, con la finalidad de que esa información sea de utilidad para futuras intervenciones y estrategias. Por otro lado, mientras que el importante trabajo desarrollado por la Iglesia Católica suele ser más visible y mejor conocido, no existen tantas investigaciones acerca del trabajo que llevan a cabo otras comunidades locales cristianas, por RESUMEN EJECUTIVOlo que la investigación pretende ser un aporte en ese sentido.
Como puede verse a lo largo de este informe, las ICLs están acompañando a venezolanos a lo largo de las rutas de migración, en cruces de frontera y en los lugares de destino de los migrantes. Entre otros servicios, las ICLs han proporcionado refugio temporario y asistencia habitacional, comida, vestimenta, asistencia para transporte, asistencia y formación legal, espacios de culto y apoyo pastoral. Estas iniciativas locales, situadas a nivel barrial y en ocasiones espontáneas, voluntaristas y movidas por la fe, son complementarias al trabajo hecho por agencias de Naciones Unidas y por ONGs nacionales e internacionales especializadas.
Este informe ofrece una mirada al trabajo que estas ICLs desarrollan a nivel local y con profundo compromiso y profesionalismo. Por otra parte, el informe también deja algunas preguntas planteadas en relación a la sostenibilidad de estas actividades a futuro, la necesidad de incorporar mecanismos de protección apropiados y de rendición de cuentas. Así y todo, no caben dudas de que las ICLs analizadas representan a quienes, movidos por la fe, hacen todo lo que está a su alcance para responder a las necesidades de protección y asistencia de personas de nacionalidad venezolana migrantes.
Durante los próximos meses, la pandemia en curso, la falta de fondos y la impredecible situación política de Venezuela podrían limitar el modo en que los actores internacionales estarán en condiciones de recibir y de prestar asistencia. En ese marco, las ICLs, a partir de su anclaje comunitario, podrían ser una vía importante para seguir llegando a los y las venezolanos que más lo necesitan.