Protección Proactiva es una estrategia integral para prevenir infracciones al DIH y violaciones a los DDHH, disuadir presuntos perpetradores de la violencia inminente y mitigar la afectación en la población civil. Mientras la mayoría de los esfuerzos de protección son respuestas vitales, reactivas y/o reparadoras, la protección proactiva intenta prevenir los abusos buscando disuadir o influir en la acción de la amenaza, por ejemplo, a través de la protección por presencia, la incidencia o el acompañamiento y fortalecimiento integral de una comunidad.