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Colombia

Política de Gestión del Cambio Climático de la Cruz Roja Colombiana 2024 – 2030

Introducción

El cambio climático está teniendo un impacto significativo en las necesidades humanitarias en Colombia. Los eventos climáticos extremos como las inundaciones, las sequías y los movimientos en masa están aumentando en frecuencia e intensidad, lo que está dejando a millones de personas vulnerables a la inseguridad alimentaria, el desplazamiento y la falta de acceso a servicios básicos.
Entre enero y diciembre de 2022, aproximadamente 616.400 personas fueron afectadas por inundaciones, movimientos en masa, avenidas torrenciales y otros eventos. Estos eventos causaron la pérdida de cultivos, ganado y hogares, lo que llevó a la inseguridad alimentaria y el desplazamiento forzado, según información brindada por el “Panorama de Necesidades Humanitarias de Colombia de 2023 OCHA”. Así mismo, el cambio climático también está afectando la salud pública en Colombia. Las enfermedades transmitidas por vectores como el dengue y el zika están aumentando en frecuencia a medida que los climas más cálidos y húmedos crean condiciones ideales para la propagación de estos mosquitos, escenario establecido por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en su “Panorama en Salud y Cambio Climático”.
Según la Hoja de Ruta Regional sobre Cambio Climático y Medio Ambiente de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC), cada año las necesidades humanitarias aumentan, mientras que las condiciones socioeconómicas mundiales continúan reduciendo los recursos para la asistencia humanitaria.
Debido a esto, en 2019, un análisis sobre el precio humanitario de la inacción frente a la gestión del cambio climático de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) reveló que, de los aproximadamente 108 millones de personas que necesitan ayuda del sistema humanitario internacional en la actualidad, para 2030 este número podría aumentar casi un 50%.
A mediano plazo, la Contribución Determinada a Nivel Nacional de Colombia (NDC por sus siglas en inglés), establece como meta de mitigación, reducir en un 51% las emisiones de Gases Efecto Invernadero – GEI, respecto a la proyección de emisiones en 2030 y adaptarse a las condiciones cambiantes del clima. A largo plazo, la Estrategia 2050 liderada por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible tiene como objetivo lograr una economía carbono-neutra y resiliente al clima. De igual manera, los principios que rigen la Política Nacional de Cambio Climático emitida por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible incluyen la integralidad en los componentes de mitigación, adaptación y riesgo climático, articulando las metas para el año 2030 y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Finalmente, y complementando la gestión del cambio climático, está el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres creado mediante la Ley 1523 de 2012, la cual estableció instrumentos nacionales y territoriales para fortalecer la gestión del riesgo de desastres.
En este sentido, el estudio del costo de no hacer nada reflejó que existe también una oportunidad de hacer algo, considerando que un desarrollo rápido, inclusivo e informado sobre el clima y el riesgo de desastres, puede reducir significativamente tanto los impactos del cambio climático como el costo de la ayuda humanitaria.
Asimismo, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) asumió el compromiso de que los riesgos climáticos y medioambientales se tengan en cuenta en los programas y operaciones humanitarias considerando que, en todo el mundo, el personal y los Voluntarios de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja son testigos de la realidad sobre cómo estos riesgos cambiantes afectan a las comunidades y son detonados por fenómenos climáticos y meteorológicos extremos, ahora más frecuentes e intensos (IFRC, 2023).
Para el caso de Colombia, también se dispone de información relacionada con la gestión del cambio climático, vista desde acuerdos asumidos a nivel internacional y nacional, que orientan las condiciones de desarrollo del país.
Es así entonces como esta Política de Gestión del Cambio Climático de la Cruz Roja Colombiana se presenta como una herramienta que aborda mediante líneas de acción, tanto medidas para implementar en los procesos internos de la Institución, como aquellas en pro del beneficio de las comunidades, vistas desde la reducción de la vulnerabilidad y el aumento de su capacidad adaptativa, al considerar que la gestión del riesgo de desastres y la adaptación al cambio climático son estrategias complementarias para enfrentar un clima cambiante, ya que la mejor manera de enfrentar los desafíos del cambio climático es aprovechar y fortalecer la capacidad existente para mitigar el riesgo de desastres. Por lo tanto, es importante comprender que las capacidades para gestionar los riesgos presentes y futuros son interdependientes. Es decir que, si somos capaces de gestionar el riesgo de desastres, tendremos sociedades con mayor capacidad de adaptación a los riesgos futuros asociados al cambio climático.

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