Bogotá, septiembre de 2022. Bajo el compromiso de contribuir a que todos los niños, niñas, adolescentes y jóvenes puedan construir sus proyectos de vida alejados de cualquier forma de violencia, OCENSA y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) lideraron un proyecto que buscó potenciar las capacidades y habilidades individuales, comunitarias e institucionales para la protección integral de la niñez, la adolescencia y la juventud de Casanare.
Esta iniciativa empezó en febrero de 2022 en los municipios de Tauramena y Monterrey, al suroccidente del departamento. Después de 10 meses, y a través de encuentros participativos en temas como derechos, nuevas masculinidades, convivencia y construcción de paz, 247 niños, niñas, adolescentes y jóvenes mejoraron sus capacidades de protección y autoprotección frente al reclutamiento y dieron los primeros pasos en la creación de sus planes de vida.
Durante el proyecto, ellos y ellas también recibieron un acompañamiento en la creación e implementación de iniciativas comunitarias que les permitieron potenciar su liderazgo y vocería en los territorios. Gracias a este apoyo, ahora cuentan con proyectos de comunicación, turismo, cuidado ambiental, entre otros temas, a través de los cuales reafirman su compromiso con la promoción y protección de sus derechos. "Hemos mejorado la comunicación y el diálogo, porque antes participaban pocos. Ahora todos participamos, hablamos y nos apoyamos", indica Karol Daniela Mahecha, una adolescente de 14 años que ha asistido a los espacios en Tauramena.
Los padres, madres y cuidadores son el primer entorno protector de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Bajo esta línea, el proyecto realizó talleres y capacitaciones para que las familias aprendieran estrategias que les permitieran mejorar la comunicación con sus hijos e hijas y así consolidar una relación basada en el amor, la confianza y el diálogo. Durante los encuentros, compartieron experiencias de crianza e intercambiaron ideas de cómo escucharlos y guiarlos sin recurrir a ningún tipo de violencia.
Gracias al apoyo de la Fundación para el Desarrollo Intercultural (FDI), como socio implementador, la iniciativa además posibilitó espacios de conversación entre funcionarios y funcionarias públicas, quienes lograron articular acciones y generar alianzas para promover que la niñez, la adolescencia y la juventud de los municipios crezca en entornos que garanticen sus derechos.
Este proyecto fue posibles gracias al apoyo de OCENSA, una de las empresas más extensas y modernas en el mercado del transporte de crudo en Colombia y que ha emprendido acciones de fortalecimiento social y comunitario en los territorios donde tiene incidencia. “Este ha sido un gran ejercicio de prevención de la violencia, de fortalecimiento de la sana convivencia de nuestra área de influencia y de articulación entre diversos actores presentes en el territorio, en el que los grandes beneficiados son los niños, niñas, jóvenes y adolescentes de esta hermosa y pujante zona del país; estamos contribuyendo a generar esperanza en el futuro de nuestra juventud”, afirmó Juan Manuel Padilla, administrador del proyecto en OCENSA.
Junto a OCENSA, la OIM no solo reafirmó su experiencia en prevención de reclutamiento uso y utilización, sino que también dio a conocer el potencial que tiene la articulación entre organizaciones de cooperación internacional y empresa privada. “Gracias a esta alianza con OCENSA logramos que la protección y promoción de los derechos de la niñez, la adolescencia y la juventud se convirtiera en una apuesta comunitaria para casi 400 personas, entre niños, niñas, adolescentes, jóvenes, familias, comunidad e instituciones públicas de Tauramena y Monterrey, Casanare”, Fernando Medina, Jefe de Misión de la OIM en Colombia.