La reducción de asesinatos en lo que va de 2012 hace que la comunidad recupere paulatinamente la confianza. Sin embargo, ‘vacunas’ y el presunto afincamiento de los ‘Urabeños’ en el municipio, preocupa a analistas y alerta a las autoridades.
“Siento que la comunidad está más tranquila, las señoras me dicen que pueden salir más fácil y ya volvieron los torneos de microfútbol que antes no se podían hacer”, con estas palabras el sacerdote Darío Osorio, párroco de la iglesia María Madre de Cristo en la vereda Los Gómez, describe la situación que viven los ciudadanos en este municipio del sur del Valle de Aburrá que, en lo que va del año, solo registra una persona asesinada.
Las razones que explican la reducción que, según la Policía es de nueve asesinatos menos comparado con el mismo período de 2011, van desde la aplicación de un plan piloto de fuerza pública, pasando por un presunto pacto entre ‘combos’ delincuenciales, hasta las dos marchas por la paz que hicieron más de 20 iglesias cristianas del municipio.
Para el Comandante del Sexto Distrito, Mayor Néstor Raúl Cepeda, la reducción se debe a que desde hace año y medio viene adelantándose un plan piloto -aplicado en varios municipios de Colombia- que incluye un diagnóstico de los barrios más problemáticos, mayores labores de inteligencia y un aumento de policías con miembros de las Fuerzas de Control Urbano (Fucur).
Este plan ha permitido la captura de 41 integrantes de la banda Calatrava. La más reciente fue a mediados de enero cuando capturaron a alias ‘Chaqueta’. “Él quería mantener el mando del combo pero estábamos atentos a atacarlos de frente, gracias a la labor de la policía judicial y de la policía militar que hace presencia en puntos críticos y estratégicos”, añadió el Mayor Cepeda.
Para el concejal Juan Andrés Caro, del Movimiento cívico Cuente Conmigo, la reducción se da “debido a un supuesto pacto de la delincuencia en toda el Área Metropolitana que ha ayudado a mantener el orden público. De todas maneras las vacunas se siguen presentando”.
Además de la acción de la fuerza pública y del supuesto pacto entre delincuentes, la acción ciudadana también ha estado presente para clamar por la paz del municipio. En julio y noviembre del año anterior la comunidad cristiana de Itagüí realizó marchas que congregaron, cada una, a más de mil quinientas personas que unieron sus oraciones, cánticos y danzas por la tranquilidad de sus barrios.
“El municipio tiene un estigma muy fuerte de violencia y queremos cambiar eso. Que sea un orgullo vivir aquí. Tenemos una responsabilidad social muy fuerte y queremos hacerle ver a la sociedad que estamos dispuestos a jugarnos por la paz de Itagüí”, afirmó Marcelo Ferreri, Pastor de La Iglesia de Los Hermanos.
Para Jair Angarita, del Centro Cristiano de Restauración, la seguridad del municipio mejoró un poco en los últimos meses. Sin embargo, “las acciones del ejército y de la policía no garantizan realmente paz, tranquilidad. Son las acciones que tome el pueblo de una manera consciente para ejercer cambios desde adentro”, puntualizó.
Vacunas y ‘Urabeños’ prenden alarmas
A la disminución en el número de homicidios se contraponen las denuncias de comerciantes del Centro de La Moda que, desde principios del mes, alertaron sobre la llegada de presuntos miembros del combo ‘El Guayabo’, quienes intentan apoderarse de esta zona que era de la organización delincuencial de Calatrava.
“Han llegado pidiendo ‘vacunas’ de cinco y 10 mil pesos”, dijo un comerciante de la zona quien prefirió omitir su nombre por motivos de seguridad. Incluso, según líderes de los comerciantes, estos delincuentes intentaron sacar a un vendedor del sector mediante intimidaciones.
Al respecto, el Secretario de Gobierno de Itagüí, Víctor Hugo Pérez, afirmó que conoció de la situación durante una sesión del Concejo Municipal y le dio traslado a la Policía y Fiscalía. “Venimos realizando diariamente un monitoreo y semanalmente un consejo de seguridad y ha llegado alguna información en torno a ‘vacunas’ en algunos sectores”, precisó.
Para organizaciones defensoras de Derechos Humanos en el municipio y en el Valle de Aburrá lo que vive Itagüí es una calma aparente que puede romperse en cualquier momento. Aún más por la presunta llegada y afincamiento de ‘Los Urabeños’.
Para Fernando Quijano, presidente de la Corporación para la paz y el desarrollo social (Corpades), la situación de Itagüí es similar a la de los otros municipios del Área Metropolitana. “La llegada de los Urabeños no es una situación que podamos descartar. Corpades y la Mesa de Derechos Humanos del Valle de Aburrá tenemos informaciones de que Itagüí se está convirtiendo en parte del corredor estratégico que viene desde San Cristóbal, incluso más allá del túnel de Occidente y es la retaguardia que vienen construyendo los Gaitanistas o Urabeños”.
Con su arribo, y según este investigador, las bandas de Itagüí tendrán que definir si se mantienen con la llamada ‘Oficina de Envigado’ o se suman a ‘Los Urabeños’. “Sobre su llegada hay dos tesis: que obliguen a la Oficina a una negociación y rendición o la aniquilan militarmente pues, por mucho dinero y poder que tengan, creemos que los Urabeños son una estructura auténticamente militar y unos verdaderos paramilitares purasangre”, advirtió Quijano.
“No desvirtuamos la llegada de Los Urabeños a Itagüí pero la estamos verificando”, señaló al respecto el Mayor Cepeda, quien añadió que la Oficina de Inteligencia de la Policía está atenta a la situación.
Actualmente hay más de 300 uniformados trabajando por la seguridad del municipio. Sin embargo, mantener la sensación de tranquilidad, que hoy crece entre sus habitantes, necesitará de un esfuerzo sostenido por parte de la fuerza pública, las autoridades municipales y la ciudadanía.