Desde el 23 de abril, al menos 5.974 personas (1.393 familias) pertenecientes a 26 comunidades afrodescendientes e indígenas ubicadas en los ríos Docampadó, Hijua, y Orpua, en la zona sur del municipio de Bajo Baudó, se encuentran confinadas debido a combates entre la Fuerza Pública y un Grupo Armado No Estatal. Los riesgos de protección se acentúan de manera diferencial en mujeres, quienes enfrentan limitaciones para desarrollar de forma segura sus actividades y en niños y niñas quienes están expuestos a riesgos de reclutamiento.
La configuración de la emergencia ha afectado el desarrollo de las actividades cotidianas y limitado el acceso a bienes y servicios, lo que ha impactado gravemente la salud mental de las comunidades, quienes manifiestan la necesidad de ser escuchados y acompañados.
La presencia constante de actores armados en las comunidades ha generado en reiteradas ocasiones la suspensión de actividades académicas como medida de autoprotección siendo necesaria la capacitación a docentes en comportamientos seguros y formación de Agentes Educativos Comunitarios.
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