Mensajes clave
- Cumbal es un territorio con un número significativo de población que ha sido reconocida como víctima y que históricamente ha presentado fuertes afectaciones a la población civil. La Mesa de víctimas del municipio se mantiene activa y aún muchas familias gestionan ante la UARIV programas de reparación. Víctimas del conflicto armado solicitan programas de desarrollo socioeconómico aduciendo que aún no han logrado su estabilización socioeconómica.
- La población civil y sus autoridades étnicas expresan su temor debido al control social que ejercen actores armados no estatales en el territorio e identifican escenarios de riesgo para el desarrollo de sus panes de vida y de etnodesarrollo.
Situaciones como amenazas, intimidaciones, extorsión a comerciantes y pequeños emprendedores, limitaciones a la movilidad, asesinatos selectivos, desplazamientos individuales, reclutamiento forzado persisten silenciosamente en el territorio. - La población no ha apropiado planes de preparación y contingencia frente a riesgos por la alta vulnerabilidad a desastre de origen natural, debido al complejo volcánico Chiles Cerro Negro. La población indígena solicita que se realicen procesos de gestión del riesgo y acciones anticipatorias respetando su cosmovisión y relacionamiento ancestral con los volcanes. Se evidencia baja implementación de la política de Gestión del Riesgo.
Contexto
El municipio de Cumbal en Nariño ha estado históricamente afectado por la presencia y control social de actores armados no estatales en los resguardos indígenas de su jurisdicción. Aunque no ha tenido grandes emergencias en los últimos años por conflicto armado, las autoridades étnicas han alertado sobre escenarios de riesgos como limitaciones a la movilidad, amenazas, intimidaciones, desplazamientos individuales, presencia de MAP y MUSE y reclutamiento de NNAJ.
Este municipio presenta también una doble afectación debido a las vulnerabilidades a emergencias relacionadas con el complejo volcánico Chiles/Cerro Negro. El año anterior fue activada la alerta amarilla en esta zona por el aumento significativo de la actividad sísmica y fue instalada una sala de crisis.
A pesar de que la alerta fue bajada a verde aún persisten los riesgos asociados también a la presencia de actores armados en el territorio y la población teme por posibles confrontaciones entre estos grupos.
Al igual que en otras zonas de Nariño, Cumbal está siendo afectado también por la crisis de la cosa que ha impactado los medios de vida de la población étnica y su acceso a derechos básicos como la seguridad y soberanía alimentaria.
Especialmente la zona del resguardo de Mayasquer presenta los más altos niveles de riesgo tanto para la población étnica que habita en este resguardo ancestral como para los casi 100 firmantes de paz que permanecen en el territorio intentando desarrollar sus proyectos de vida en la civilidad.
La población de la zona ha alertado al ELC sobre los niveles de riesgo, el avance de otros grupos armados no estatales por la zona fronteriza con el municipio de Ricaurte, intentando tomar el control territorial hegemónico que ha tenido otro actor armado en la zona desde la desmovilización de las FARC en 2016.
Disclaimer
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