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Colombia

Informe del Relator Especial sobre la situación de los defensores de derechos humanos acerca de su visita a Colombia - Comentarios formulados por el Estado (A/HRC/43/51/Add.4)

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Consejo de Derechos Humanos
43° período de sesiones
24 de febrero a 20 de marzo de 2020
Tema 3 de la agenda
Promoción y protección de todos los derechos humanos, civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, incluido el derecho al desarrollo

I. Comentarios del Estado Colombiano al Informe del Relator Especial sobre la situación de los defensores de los derechos humanos relativo a su Misión a Colombia

  1. Del 20 de noviembre al 3 de diciembre de 2018 el Gobierno de Colombia recibió la visita del Relator Especial sobre la situación de los defensores de los derechos humanos, señor Michel Forst. Su invitación se produjo con la expectativa de establecer una relación de cooperación y asistencia constructiva con los procedimientos especiales del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

  2. Durante su visita, el Relator tuvo oportunidad de reunirse autónomamente con distintos actores públicos y privados del nivel nacional y territorial, así como con la sociedad civil. En este marco recibió información de múltiples fuentes.

  3. Como resultado de su visita el Relator produjo el informe que a continuación se analiza y comenta.

A. Comentarios generales

  1. El Relator inicia su informe reconociendo que durante su visita pudo: […] “constatar la voluntad política e iniciativas del Gobierno para crear un entorno seguro y adecuado para la defensa de los derechos humanos en Colombia”.

  2. A continuación, el Relator anota que la gran mayoría de los defensores están en peligro; que actores estatales y no estatales, incluidas las empresas nacionales e internacionales y otros grupos de poder, estarían detrás de los ataques y las amenazas; que Colombia es el país con el mayor número de defensores asesinados en América Latina; y que no hay reconocimiento público positivo, por lo cual los defensores son deslegitimados y criminalizados por su labor por actores estatales.

  3. El Gobierno rechaza tajantemente estas graves e irresponsables afirmaciones, en la medida en que el Relator no aporta suficiente sustento fáctico para soportarlas y porque el Relator desconoce información proporcionada por el Estado durante su visita que dá cuenta de importantes esfuerzos para garantizar el ejercicio de la defensa de los derechos humanos en Colombia. Tales afirmaciones podrían inducir al lector a conclusiones equivocadas que no reflejan de manera fidedigna la situación actual del país.

  4. Con estas afirmaciones, ajenas a la realidad del contexto nacional, el Relator desvirtúa el propósito de su visita en particular, y de los procedimientos especiales en general, de brindar al Estado cooperación, asesoría y asistencia técnica orientadas al fortalecimiento de las capacidades estatales. El Estado colombiano aceptó la visita con el convencimiento de que el Relator contribuiría a la identificación de cursos de acción para el fortalecimiento de los programas desarrollados por el Estado. Sin embargo el informe, lejos de proponerlos, ocupa la mayor parte de su contenido a realizar señalamientos.

  5. El 31 de julio de 2018, el Relator acordó con el Canciller Designado por el Presidente electo realizar una visita al país en el ámbito de su mandato de “Establecer una cooperación y sostener diálogos con los gobiernos y otros agentes interesados en la promoción y aplicación efectiva de la Declaración sobre el derecho y el deber de los individuos, los grupos y las instituciones de promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales universalmente reconocidos”; conforme a lo dispuesto en la Resolución 2000/61 de la entonces Comisión de Derechos Humanos de la ONU, la cual estableció la figura de un representante del Secretario General de la Organización para que informe sobre la situación de los defensores de derechos humanos en el mundo.

  6. En la declaración de fin de misión, el Relator afirmó que el propósito de su visita fue el de, por un lado, “determinar, bajo un espíritu de cooperación y diálogo, si el Estado colombiano ha podido proporcionar un entorno seguro y propicio para los defensores y las defensoras de derechos humanos en todo el país”, y del otro “guiar los esfuerzos de la nueva administración para mejorar la protección de los defensores y las defensoras y mitigar los riesgos a los que se enfrentan.”

  7. Sin embargo, el Informe anota que el objetivo de la visita fue “evaluar si el Estado colombiano garantiza un entorno seguro y propicio a los defensores y las defensoras de derechos humanos en todo el país […]. […] observar los esfuerzos de la nueva administración para mejorar la protección de las personas defensoras”. (Negrillas y subrayado fuera del texto).

  8. En consecuencia, los términos bajo los cuales se acordó la visita a Colombia por parte del Relator, difieren sustancialmente de lo manifestado unilateralmente en el Informe que presentará ante el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas. La actitud crítica y política que evidencia el informe y la ausencia de consideraciones y recomendaciones sobre acciones concretas enfocadas a resultados, no favorecen la cooperación y el diálogo.