¿A QUÉ HAY QUE TENER EN CUENTA EN LAS PRÓXIMAS SEMANAS Y MESES?
1. La ruptura del EMC podría alimentar más violencia en la costa del Pacífico
Las escisiones del EMC que abandonaron las negociaciones probablemente perpetrarán más atentados contra la policía, el ejército y las instituciones civiles, incluso utilizando coches bomba y otros medios no convencionales.
Es probable que se intensifiquen las operaciones militares contra los frentes del EMC que ahora están fuera de las negociaciones.
Los combates entre grupos disidentes rivales de las FARC, incluidas las facciones del EMC y la Segunda Marquetalia, podrían agravarse. Las tensiones son elevadas en los departamentos de Guaviare, Nariño, Valle de Cauca, Huila, Putumayo y Caquetá, y podrían extenderse también a Tolima y Quindío.
Las negociaciones del gobierno con las facciones de EMC que optaron por continuar las conversaciones parece que van a continuar, pero son cada vez más precarias.
PARA TENER EN CUENTA : Creciente inestabilidad en las regiones de la costa del Pacífico y el sur del Amazonas, que albergan los bloques más ricos y beligerantes del EMC; avances lentos y fácilmente reversibles en las conversaciones con las facciones restantes.
Posibles consecuencias
La intensificación de las hostilidades entre las facciones del EMC y el ejército, y entre facciones rivales, amenaza con aumentar la inestabilidad y perjudicar a los civiles atrapados en el fuego cruzado.
Las facciones ajenas a las negociaciones están atacando objetivos militares y civiles con más frecuencia y reforzando su control social de las comunidades rurales. Podrían organizar ataques con gran repercusión que causen numerosas víctimas civiles.
2. Las negociaciones con el ELN corren el riesgo de fracasar
Es probable que el mando central del ELN siga participando en los diálogos de paz, pero será cauteloso con los ataques de otros grupos armados, lo que probablemente afectará su enfoque de las conversaciones.
Algunos grupos locales del ELN pueden plantear separarse del mando central con la esperanza de mantener sus propios diálogos con las autoridades (como en el caso del Frente Local Comuneros del Sur en Nariño, que se separó en mayo).
El gobierno espera encontrar una plataforma de consenso del ELN más fuerte para las negociaciones de paz, ahora que la insurgencia ha completado su VI Conferencia Nacional interna (a la que el gobierno no fue invitado).
PARA TENER EN CUENTA : Progreso del diálogo de Nariño entre las autoridades y los grupos armados locales, incluidos los Comuneros del Sur; Conferencia Nacional del ELN; ataques del ELN contra civiles.
Posibles consecuencias
A pesar de haberse comprometido a dejar de atacar a la población civil, el ELN ha manifestado su intención de reanudar los secuestros para obtener pagos por rescates. También es probable que siga vinculado a otros abusos, como los paros armados, el control social, las restricciones a la movilidad y la extorsión.
La fragmentación de los grupos armados podría acelerarse en toda Colombia, incluso dentro del EMC y el ELN. La fractura se suma a una situación confusa para los civiles, que a menudo deben pagar dinero por protección a varios actores y corren el riesgo de sufrir daños si entran en conflicto con cualquier grupo que intente imponer el control social en su comunidad.
3. La expansión del Ejército Gaitanista de Colombia (EGC) amenaza los esfuerzos de paz más amplios
El grupo criminal armado EGC (antes Autodefensas Gaitanistas de Colombia), que permanece fuera del ámbito de las negociaciones, probablemente seguirá posicionando combatientes para una mayor expansión en territorios controlados por el ELN y el EMC.
Para frenar al EGC, es probable que las fuerzas de seguridad se esfuercen más por capturar a sus líderes, confiscar los cargamentos de droga y atacar sus posiciones tácticas.
PARA TENER EN CUENTA : Expansión de EGC en corredores de contrabando de drogas a lo largo de la costa Pacífica; zonas de minería de oro en Bolívar, Antioquia y Cesar, y posiblemente Catatumbo en Norte de Santander, donde se encuentra la mayor cantidad de cultivos de coca, minas de carbón, producción de aceite de palma del país y cruces de migrantes en la frontera entre Colombia y Venezuela.
Posibles consecuencias
La expansión hacia estas zonas permitiría al EGC dominar el corredor que va desde la frontera venezolana a través de la costa atlántica hasta la costa pacífica, un enorme premio estratégico. Si lo consigue, podría influir en los cálculos del ELN y el EMC sobre la conveniencia de llegar a acuerdos de desarme con el gobierno.
Es probable que las incursiones en estas zonas fomenten los desplazamientos y/o restrinjan la circulación de miles de civiles.