Si eres una persona refugiada o migrante de Venezuela y tu derecho a una vivienda adecuada está siendo amenazado o afectado por alguna de las siguientes razones:
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No cuentas con los recursos para hacer el pago mensual de tu arriendo.
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Tú o tu arrendador/a desconocen las disposiciones legales para prevenir o suspender acciones de desalojo.
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A pesar de las disposiciones legales te sientes presionado/a para abandonar la vivienda.
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Tus servicios básicos (agua, luz, gas) han sido cancelados o suspendidos.
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Has sido amenazado/a o intimidado/a para que abandones la propiedad.
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Como no cuentas con un contrato escrito te dicen que te pueden desalojar.
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Tú o tu familia ha sufrido situaciones de discriminación y xenofobia.
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Tu arrendador/a o alguna otra persona te ha violentado, amenazado y/o acosado sexual, psicológica y/o físicamente a ti o a algún integrante de tu familia.
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Has perdido tu fuente de ingresos o trabajo.
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Temes volver al lugar donde vives por miedo a ser agredido/a o violentado/a sexual, psicológica y/o físicamente.
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Eres mujer jefa de hogar y no cuentas con redes de apoyo familiar, comunitaria ni institucional.
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Has sido forzado/a a ejercer alguna actividad contra tu voluntad como forma de pago de tu arriendo.
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Has sido desalojado/a de tu vivienda como medida de prevención y mitigación de la COVID-19 o por razones relacionadas con tu estatus legal en el país.