El presidente, Álvaro Uribe, calificó ayer de "inmensamente graves" las afirmaciones del comandante paramilitar José Vicente Castaño, según las cuales el 35% de los congresistas son amigos de las Autodefensas.
Uribe aseguró que ese tipo de aseveraciones "le hacen daño a democracia y a este proceso (de paz)", que busca desmovilizar a más de 13.000 combatientes de las Auc antes del 31 de diciembre del 2005.
"Creo que podemos afirmar que tenemos más del 35 por ciento de amigos en el Congreso. Y para las próximas elecciones vamos a aumentar ese porcentaje de amigos", dijo Castaño a la revista Semana. El jefe paramilitar está negociando la paz con el Gobierno.
Aunque la presencia de legisladores afines a los paramilitares ha sido denunciada de tiempo atrás, todavía no se conocen sus nombres.
Uribe reconoció que "por falta de acción estatal contra el terrorismo" en la historia reciente del país, hubo candidatos a los cargos de elección popular que tenían que "pedirles permiso a terroristas de una u otra naturaleza" para poder hacer política.
El mandatario advirtió que si en las elecciones legislativas y presidenciales del 2002 los paramilitares tuvieron injerencia, en las próximas del 2006 no podrán hacerlo.
"Aspiramos a que en las elecciones del año entrante todos los candidatos puedan ir a todos los puntos de la geografía de la Patria sin tener que pedirle permiso a los grupos violentos", manifestó Uribe.
Algunos congresistas opositores pidieron a las Auc que digan los nombres de los parlamentarios que los respaldan, sobre todo en momentos en que se tramita una ley que busca una reducción de penas para los combatientes de extrema derecha que entregue las armas.
Uribe, que aspira a la reelección, ha iniciado una fuerte ofensiva contra los sectores opositores que lo acusan de ser blando a la hora de castigar a los paramilitares, a raíz de su decisión de recluir en una finca -y no en una cárcel-, al comandante Diego Fernando Murillo, mientras se investiga su participación en el asesinato de un político local.
Pero el presidente aseguró que el objetivo de su gobierno es desmantelar tanto los grupos paramilitares como los guerrilleros de izquierda.
"Hemos dado de baja a 1.200 paramilitares y detenido a casi 10.000. Es la primera vez, que muchas regiones empiezan a respirar tranquilas, libres de guerrilla y paramilitares'', subrayó el mandatario al refutar a quienes afirman que los paramilitares están con Uribe y que no permitirán a sus opositores hacer campaña en las zonas que están bajo su control.
Aseguró que la oposición "gozará de todas las garantías" para la campaña electoral para las elecciones de Congreso en marzo y de Presidente en mayo de 2006.
Los crecientes ataques de la oposición contra Uribe hacen parte de un comienzo prematuro de la campaña presidencial en la cual ya hay tres candidatos de la oposición: el senador Antonio Navarro, del Polo Democrático Independiente; el senador Carlos Gaviria, de Alternativa Democrática; y ex el magistrado José Gregorio Hernández, independiente.