=A1COLOMBIA ES NUESTRA, LA GUERRA NO!
"Ni terrorismo ni autoritarismo.
No queremos más extremismos. Respeto a los civiles. No al terror",
fue una de las consignas que varias organizaciones de derechos humanos
elevaron hoy como voz de protesta contra el acto terrorista que el pasado
7 de febrero cobró la vida de 33 personas y dejó heridas a 170 más en el
Club El Nogal de Bogotá,
Frente a los escombros y la estructura calcinada del prestigioso club capitalino, el pasado 10 de febrero recubierta por un velo negro en el que resalta una imponente bandera de Colombia, aproximadamente 300 personas acudieron con pañuelos blancos y rosas a la convocatoria realizada por Codhes, Redepaz, ndepaz, Planeta Paz y la Corporación Nuevo Arco Iris.
El objetivo fue claro: rechazar lo que consideran una grave violación al DIH que deberá ser juzgado como crimen de lesa humanidad, y validar, ante la eventual polarización de la sociedad, la necesidad retomar la salida política negociada al conflicto para detener la barbarie.
De acuerdo con Jorge Rojas, presidente de Codhes, el atentado contra el Club El Nogal enrarece a=FAn más el ambiente político del país, y, en ese sentido, el reto para las organizaciones de DH es mantener viva la esperanza de encontrar el camino de la reconciliación.
"El acto terrorista contra el Club El Nogal es totalmente condenable y por eso hay quienes sostienen que hoy es el tiempo de la guerra. Pero Colombia ha intentado enfrentar el conflicto militarmente sin resolver las causas estructurales. Y tampoco se logra avanzar en la solución política porque no hay disposición real de todas las partes para una negociación. Es círculo vicioso lo rompe, primero, una sociedad civil que cuente con garantías para insistir en la solución política, y segundo, con una comunidad internacional comprometida para la paz y no para la guerra", señaló Jorge Rojas.
Por su parte, la directora de Redepaz, Ana Teresa Bernal, resaltó la necesidad de poner un alto a la polarización que ha generado el acto terrorista del Club El Nogal en la sociedad.
"Es necesario buscar responsabilidades y pedir solidaridad al pueblo colombiano y al mundo, pero respetuosos de los DH. Es importante que no caigamos en el odio, la venganza y la retaliación. No podemos dejar progresar la polarización que de por sí genera este tipo de actos de barbarie. Tenemos que aprender de países como Israel y Palestina que se han enfrascado en guerras fraticidas".
Darío Mejía, Secretario General de la Defensoría del Pueblo, instó a hacer un esfuerzo porque en el conjunto de la sociedad prevalezca el sentido com=FAn y la calma, y no las reacciones apresuradas frente a este tipo de actos terroristas.
"Es obvio que con estos actos la sociedad se polarice pero lo más sensato es que en los espíritus predomine un sentido com=FAn contra la violencia, el odio y la guerra. A pesar de la angustia que suscita hechos como estos, no debemos perder la reflexión y el rigor que supone el análisis de esta situación. Los DH deben imponerse. No podemos trabajar como se está haciendo ahora con reacciones endocrinas sino con la cabeza", indicó Darío Mejía.
De acuerdo con Camilo González Posso, director de Indepaz, hoy la polarización de la sociedad ahoga las voces que, aunque contra corriente, luchan por mantener la bandera de la negociación como camino más apropiado para solucionar el conflicto armado en el país.
"Hoy cualquier voz que hable de diálogo, de negociación y de parar la guerra no es reconocida y las iniciativas de paz tienen oídos sordos en sectores muy radicalizados. Por supuesto, esto es animado también por quienes cometen la barbarie pues atentados como el del Club El Nogal ayudan al guerrerismo porque hacen que la sociedad le pida al gobierno multiplicar la guerra. Sin embargo, a riesgo de estar en contra corriente, tenemos que mantener la bandera en medio de la soledad. Estamos seguros que más adelante, esa bandera, volverá a tener fuerza".
Por lo pronto, 48 horas después del doloroso atentado contra el Club el Nogal, el presidente Uribe propuso endurecer el cerco internacional contra los terroristas y llamar a la unidad nacional con el fin de derrotar a los violentos. Incluso, manifestó que aspira a aumentar la cifra de la red de informantes en el país.
Al respecto, Antonio Sanguino, director de la corporación Nuevo Arco Iris, señaló que actos como el que estremeció a Bogotá el pasado viernes, demuestran que la guerra no puede ser la =FAnica opción en el país y que es necesario convocar a un pacto nacional por la reconciliación.
"Este es quizás el comienzo de una serie de hechos que polarizarán más la sociedad y cobrarán muchas víctimas civiles. En estas circunstancias se impone es un gran pacto nacional para parar la barbarie. Creo que en lugar de hacer un llamado a rodear al gobierno para enfrentar con mayores medidas autoritarias esta circunstancia, lo que se impone es un llamado para construir entre todos un pacto nacional para parar esta atrocidad"
Jorge Rojas, presidente de Codhes, cuestionó en el marco de la manifestación de las organizaciones de DH en Bogotá que la convocatoria del presidente Uribe contiene visos de unanimismo y reduce la capacidad de crítica de quienes hoy mantienen en alto el discurso de la paz en contra de la euforia militar.
"El terrorismo se combate con más democracia. Nosotros no vamos a dejar nuestro discurso de la paz porque haya una euforia por la guerra. El gobierno llama a rodear las instituciones con un criterio unanimista, y eso dificulta el espacio político de quienes plateamos la solución negociada. Pero, =BFcuántos muertos más, cuántos atentados más, cuántos secuestros y desplazados más necesitamos para que el gobierno entienda que con represión no se gana nada, y para que la guerrilla entienda que su lucha armada se ha desgastado y no convoca al país en función de las soluciones que ellos mismos reclaman?".