INTRODUCCIÓN
Contexto
En el marco del flujo migratorio mixto proveniente de Venezuela, Colombia, por su ubicación geográfica, ha sido el país que más ha recibido personas del vecino país, ya que comparte un límite fronterizo de 2.219 km. Desde el inicio de la emergencia migratoria y para finales de diciembre de 2019, de acuerdo con el reporte de migración Colombia1, había en el territorio nacional 1.771.237 personas venezolanas, de las cuales 754.085 estaban en situación regular y 1.017.152 en situación irregular; quienes llegaron en busca de alternativas económicas y acceso a servicios de salud y protección que respondieran con sus necesidades. Esto sin contar los cientos de miles de personas colombianas retornadas. En los últimos años, esta migración forzada se ha concentrado principalmente en las zonas de frontera, siendo concedidas aproximadamente 4,7 millones de tarjetas de movilidad fronteriza para la libre circulación en departamentos que colindan con el territorio venezolano. Esto ha generado un aumento de necesidades básicas en departamentos frontera, incremento en actos de xenofobia, discriminación y rechazo en barrios de municipios fronterizos. Para responder con estas necesidades, para finales del 2019 ya había 69 agencias y organizaciones realizando acciones humanitarias en 22 departamentos del país2.
Debido a esta situación, el área Comunicación para el Desarrollo – C4D (por sus siglas en inglés) ha desplegado estrategias de intervención directa en territorios priorizados y a través de socios implementadores, para responder con las necesidades de la población afectada. Estas acciones, realizadas cara a cara y uno a uno, incluyen procesos de orientación familiar, con los cuales se logró llegar durante todo el 2019 a 65.150 personas, a partir de la entrega de material pedagógico como Cartillas, juegos y mapas, con contenidos de Salud, Educación, Protección, Agua, Saneamiento e Higiene, para prevenir riesgos, reducir rumores y aprender jugando. Este material se construyó a partir de la observación etnográfica, la interacción y el diálogo en doble vía con las comunidades, conociendo sus experiencias en la travesía por el territorio nacional y las dinámicas en los asentamientos donde viven. De igual forma, se han realizado acciones de integración comunitaria, con las cuales se llegó a 12.614 personas a través de actividades artísticas con adolescentes y jóvenes tanto de Colombia como de Venezuela. Y finalmente, acciones de Rendición de Cuentas a la Población Afectada – AAP (por sus siglas en inglés) con las cuales se llegó a 11.112 personas por medio de mecanismos que garantizan el diálogo, la participación activa y la incidencia en los procesos por parte de las comunidades.
Todas las acciones se han realizado desde un principio asumido desde C4D como un horizonte de sentido y es: en situación de emergencia humanitaria, la comunicación salva vidas. De acuerdo con esto, se proponen estrategias que garanticen una vida digna y segura para toda la población y en donde las acciones de Rendición de Cuentas a la Población Afectada – AAP tienen una relevancia fundamental con mecanismos que garanticen un diálogo permanente, transparente y en doble vía con la población afectada.
Este documento propone un entendimiento común de lo que es AAP y ser una guía práctica para su implementación, dirigido a todas las áreas y personas de la oficina de UNICEF en Colombia; con un alcance para acciones realizadas en todo el territorio nacional.