Este reporte es producido por OCHA Córdoba en colaboración con las comunidades afectadas de La Mojana. Comprende el periodo entre el 27 de agosto del 2021 al 25 de agosto de 2023.
MENSAJES CLAVES
• Desde el 27 de agosto de 2021, con el rompimiento del jarillón de Cara de Gato que generó inundaciones a gran escala, se han afectado más de 166.000 personas (39.000 familias), la mayoría ubicadas en la zona rural y de difícil acceso de los municipios de la subregión de La Mojana.
• Entre 2021 y 2022, la emergencia tuvo una asignación del Fondo Común de Respuesta a Emergencias (CERF) de 4M USD, más los recursos movilizados por cada socio del Equipo Local de Coordinación (ELC) Córdoba. Gracias a estas asignaciones, en total se beneficiaron alrededor de 91.000 personas y 20.000 familias hasta abril de 2023.
• Las consecuencias de la emergencia extendida han agudizado las necesidades en los sectores de salud, alojamiento, protección, seguridad alimentaria y nutrición, agua, saneamiento e higiene; sin embargo, actualmente el sector humanitario que priorizan las comunidades es la recuperación temprana para empezar una transición hacia el desarrollo.
• En 2023 como requerido por la comunidad afectada, se han priorizado las acciones de fortalecimiento comunitario y capacitación técnica a las comunidades para que logren adoptar medidas de mitigación ante los fenómenos de variabilidad climática recurrentes de la zona, acompañado de fortalecimiento de las organizaciones de base.
RESUMEN DE LA SITUACIÓN
Desde el 27 agosto de 2021, tras el rompimiento del Jarillón de Cara de Gato, el ingreso de grandes cantidades de agua a la subregión de La Mojana ha impactado profundamente los estándares de vida de las comunidades de los 11 municipios de cuatro departamentos que conforman la subregión. Entre el 2021 y 2023 se han afectado más de 166.000 personas (39.000 familias), la mayoría ubicadas en la zona rural y de difícil acceso de los municipios. De los 11 municipios de la subregión, 6 de ellos presentaron una afectación en más del 50 por ciento de su población, incluidos municipios con afectación entre el 97 por ciento y 100 por ciento como San Benito Abad y Sucre, respectivamente3 . A pesar de que La Mojana es una subregión con fenómenos recurrentes de inundación y sequía, las comunidades han aprendido a adaptarse a las inundaciones que se presentan en la temporada de lluvias (condiciones normales). Sin embargo, después de 10 años, debido a la temporada de lluvias y la afectación del cauce del río Cauca (en el sector de Cara de Gato) los excesos de agua generaron una nueva inundación a gran escala que afectó la fase de recuperación y resiliencia que las comunidades habían adoptado para garantizar sus medios de vida y dignidad tras la emergencia del 2010.
La información que entregaron las comunidades en las Evaluaciones de Necesidades MIRA (2021, 2022) permitió visibilizar un panorama rápido de necesidades para activar la respuesta inmediata intersectorial durante la emergencia. Dada la magnitud de la emergencia entre 2021 y 2022, los municipios desbordaron su capacidad de respuesta y fueron complementados por la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), el Equipo Humanitario de País (EHP) y por el ELC Córdoba para brindar ayuda humanitaria complementaria. Debido a esto, la emergencia tuvo una asignación del Fondo Común de Respuesta a Emergencias (CERF) de 2M USD (2021) y 2M USD (2022) más los recursos movilizados por cada socio del ELC Córdoba. Gracias a estas asignaciones, el EHP y el ELC Córdoba, atendieron alrededor de 91.000 personas y 20.000 familias.
Sumado a estos esfuerzos, el 29 de marzo de 2022 por solicitud del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible se aprueba el CONPES 4076 para la declaración de importancia estratégica regional del proyecto de inversión de estudios, diseños a detalle y construcción de obras de protección y dinámicas hidráulicas en los departamentos de Sucre, Bolívar, Córdoba y Antioquia y del Proyecto de inversión nacional: fortalecimiento financiero para gestionar el riesgo de desastres en la subregión de La Mojana con una asignación de $1.83B COP, posteriormente se aprueba el CONPES 4084 el 16 de mayo de 2022 para La Mojana: Territorio Resiliente, Sostenible,
Productivo y Competitivo con una asignación de $54.062M COP. Ambos tienen vigencia hasta el 2030. Adicionalmente, en el 2023 se apropiaron $63.000M COP para el cierre total de Cara de Gato a través de la iniciativa nacional conocida como Canal de la Esperanza .
A pesar de las intervenciones, dos años después de la ruptura del jarillón Cara de Gato, las consecuencias humanitarias de las comunidades son preocupantes por el difícil acceso a bienes, servicios y actividades que garantizan sus medios de vida. Añadido a esto, las comunidades no se sienten seguras de reiniciar la siembra dada la incertidumbre climática que está teniendo el territorio con fuertes temporadas de lluvias y sequías, además del atraso en las obras para contener la entrada de grandes cantidades de agua procedente del río Cauca a sus tierras. En el marco de la emergencia, se han agudizado las necesidades en los sectores de salud, alojamiento, protección, seguridad alimentaria y nutrición, agua, higiene y saneamiento básico; sin embargo, actualmente el sector humanitario que priorizan las comunidades es la recuperación temprana para empezar una transición hacia el desarrollo.
Es por esto que, para el 2023 se han priorizado las acciones de fortalecimiento comunitario y capacitación técnica a las comunidades para que logren adoptar medidas de mitigación ante los fenómenos de variabilidad climática recurrentes de la zona, principalmente en agropecuaria; acompañado de fortalecimiento de las organizaciones de base comunitaria. En el marco de esta apuesta hacia el desarrollo se realizó un diálogo de reconciliación con 12 comunidades de Guaranda, Majagual, San Benito Abad, Sucre (Sucre) y Ayapel (Córdoba) liderado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación
de Asuntos Humanitarios (OCHA) en aras de identificar conocimientos de las comunidades con tres herramientas, elaboradas por FAO, sobre la adaptación al cambio climático , la resiliencia , la recuperación y el desarrollo , que permitan promover acciones para fortalecer las capacidades de las personas afectadas con formación técnica para ser primeros respondientes ante las emergencias por variabilidad climática y mitigar el impacto a los medios de vida.
Entre los hallazgos más relevantes del espacio se encuentra: i) el cambio en el calendario productivo agrícola de la subregión que ha obstaculizado la siembra de pan coger y la tenencia de especies menores, representando un obstáculo para la recuperación; sin embargo, también les ha permitido identificar los nuevos patrones climáticos como ventaja para su adaptación, ii) el fortalecimiento del tejido social para identificar buenas prácticas de afrontamiento ante las emergencias como acción clave de resiliencia, iii) el interés de las Juntas de Acción Comunal por ser veedores e implementadores de las intervenciones en el territorio, retomando las buenas prácticas de anteriores emergencias por inundación -como hace 20 años-, iv) el empoderamiento de las mujeres en las labores agropecuarias y v) el mejoramiento y rehabilitación de vías e infraestructuras escolares como estrategia clave de desarrollo. Bajo este escenario las comunidades, a través de la Corporación Alianza Comunal Mojana (CORALCOM), piden ser parte de la implementación de los proyectos en el territorio como mano de obra calificada y no calificada y también ser parte de la priorización de comunidades a ser intervenidas; esto con el fin de mejorar la calidad de vida de las familias en mayor situación de vulnerabilidad.
La actual emergencia representa un nuevo reto a mediano y largo plazo para los gobiernos locales y las comunidades hacia su readaptación. Entre el 2021 y 2022 los esfuerzos del Estado y el EHP se enfocaron en la respuesta humanitaria inmediata para salvar vidas; sin embargo, la temporada de lluvias del 2023 produjo una nueva afectación al 30 por ciento de las personas afectadas en los dos años anteriores. En este escenario se han iniciado acciones de recuperación temprana en las comunidades que no han sido reafectadas; no obstante, continúan los esfuerzos del Estado y el ELC Córdoba en la activación de la respuesta humanitaria de recuperación temprana, en transición a soluciones duraderas, para las comunidades más afectadas que continúan con niveles de agua altos en sus territorios, siendo los municipios de:
Ayapel, Guaranda, Majagual, San Benito Abad, San Jacinto del Cauca y Sucre los más afectados.
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