Contexto e impulsores de la crisis
Desde el año 2018, inició un proceso de disputa territorial y reconfiguración de grupos armados no estatales (GANE) en la región del Catatumbo, donde se encuentra el municipio El Carmen, fenómeno que ha impactado de diversas formas a la población civil, en particular a los niños, niñas, adolescentes jóvenes, las mujeres, los adultos mayores y refugiados y migrantes venezolanos; este escenario es advertido por la Defensoría del Pueblo en la Alerta Temprana No. 04-21 tras identificar eventos de reclutamiento, uso y utilización de niños, niñas y adolescentes, contaminación por Minas Antipersonal (MAP), Municiones sin explotar (MUSE), Artefactos explosivos improvisados (AEI), masacres4, secuestros, homicidios y combates y/o enfrentamientos con interposición de la población civil. Adicionalmente, se han identificado tensiones socioeconómicas derivadas de los impactos por la pandemia COVID-19, ante el arribo de población refugiada y migrante venezolana, la expansión de los cultivos de coca y la posibilidad de que se reactiven las tensiones y movilizaciones campesinas ante las erradicaciones forzada de cultivos de coca en el Catatumbo. Entre los principales impulsores de la crisis en el municipio El Carmen, se destacan:
Reconfiguración y accionar de grupos armados no estatales (GANE): En los últimos tres años, la Defensoría del Pueblo5 ha observado la continua confrontación entre dos grupos armados no estatales (GANE), la degradación en las acciones armadas de uno de estos grupos y debilitamiento militar, la intención de un grupo armado organizado (GAO) por convertirse en el grupo hegemónico de la región y el proceso de fortalecimiento de las facciones disidentes de las FARC-EP. En este escenario de riesgo han ocurrido al menos 43 eventos de violencia armada6 en el municipio El Carmen. Se identificó que actualmente que el Carmen tiene injerencia de al menos cinco grupos armados no estatales7.
Aumento de cultivos de uso ilícito: En el 2020 se registraron 1.190 hectáreas de cultivos de coca en el municipio de El Carmen8. Durante la evaluación, la población manifestó que los cultivos de coca siguen expandiéndose ya que es una fuente de ingresos estable para un número significativo de familias campesinas. Lo anterior, sumado a la mejora de la productividad registrada tanto por UNODC como por la población ha derivado en una mayor demanda de mano de obra agrícola vinculando a refugiados y migrantes provenientes de Venezuela, particularmente en la recolección de hoja, jornaleo y actividades agrícolas en los predios. La demanda de trabajadores en esta actividad ha sido interpretada por la población vulnerable local y refugiada/migrante como una salida a las limitaciones que tienen para acceder a ingresos económicos, servicios y bienes básicos.
En el municipio de El Carmen no se han priorizado estrategias de desarrollo alternativo para intervenir este fenómeno dejando como única intervención acciones de erradicación forzada, las cuales eliminaron 660,72 hectáreas en el 2020 y 101,07 en lo corrido del 2021. A pesar de que la campaña de erradicación del 2020 intervino el 57% del área sembrada en el año inmediatamente anterior (1.156,82 hectáreas) el registro realizado por UNODC no reporto disminución de las áreas, por el contrario, un incremento en 25,07% de nuevas hectáreas. La erradicación como única alternativa para los cultivos de uso ilícito incrementa las tensiones entre la población y las fuerzas militares y puede llegar a desencadenar movilizaciones y/o emergencias humanitarias.
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