La persistencia del accionar de los grupos armados no estatales y la variabilidad climática sigue causando necesidades humanitarias con impacto en el bienestar y condiciones de vida de más de 612.300 personas. Las comunidades más afectadas son las que habitan en zonas rurales apartadas y de difícil acceso en regiones como el pacífico, noroccidente y zonas fronterizas del país. En lo corrido de este año, al menos 175.000 personas han sido víctimas de desplazamiento forzado (masivo e individual), de las cuales 128.459 personas se han desplazado de manera individual persistiendo el subregistro ante la falta de denuncia de estos hechos en algunos territorios. Adicionalmente, cerca de 46.700 víctimas (27%) son por causa de desplazamientos masivos con un leve aumento (3%) en el número de eventos y muchos con recurrencia en las mismas comunidades.
Más de 125.700 personas son víctimas de confinamiento debido a las restricciones en su movilidad prolongadas que limitan el acceso a bienes, servicios y derechos fundamentales, siendo el 2024 el año con un gran aumento de las personas confinadas (93%) desde que se tienen reportes, y superando en un 42,5% el total de confinados en 2023. Llama la atención el confinamiento en Puerto Santander Amazonas, donde nunca se había reportado una emergencia de esta magnitud, la cual afectó a 1.900 personas pertenecientes a pueblos indígenas del Resguardo Nonuya de Villa Azul;
Solo en octubre se reportaron 16 emergencias por desplazamientos y confinamientos dejando al menos 24.200 víctimas en Cauca (Argelia, Cajibío y Timbiquí), Chocó (Bajo Baudó, Quibdó, Istmina y Tadó), Arauca (Arauquita y Tame), Amazonas (Puerto Santander), Nariño (Cumbitara), Antioquia (Amalfi) y Córdoba (San José de Uré). Así mismo, el alarmante aumento del reclutamiento, vinculación y utilización de menores (49%) también asociado a los eventos de desvinculación de estos (64%), es un motivo de seguimiento y acción urgente en hacer presencia con medidas de prevención y protección. Los departamentos de Norte de Santander, Cauca, Córdoba, Caquetá, incluso Vaupés, Amazonas y Putumayo son los más afectados.
En este período se reportan más de 1.7 millones de personas afectadas, principalmente por la sequía (63%) dado el desabastecimiento de agua y racionamiento; sin embargo, más de 438.000 de personas (25%) han resultado afectadas por las inundaciones, propias de la segunda temporada de lluvias. Desde mediados de octubre iniciaron las precipitaciones desencadenando emergencias por inundaciones y con ello afectaciones humanitarias en algunos departamentos. Se destacan el Chocó y La Guajira, con afectaciones sectoriales en al menos 18.500 personas pertenecientes a pueblos étnicos, principalmente los sectores de seguridad alimentaria y medios de vida, salud, agua, saneamiento e higiene, alojamientos y protección.
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