Colombia, atravesada de sur a norte por tres cordilleras andinas, con el océano Pacífico al oeste y el mar Caribe al norte, los llanos al oriente y la selva amazónica al sur, cuenta con una diversidad geográfica y una riqueza de recursos naturales excepcional en todo su territorio, que se extiende a través de montañas, glaciares, océanos y ríos, selvas, llanos y páramos. Sin embargo, debido al incremento de la demanda global de energía, petróleo, productos electrónicos y al aumento de la población en centros urbanos, la explotación de sus recursos naturales ha alcanzado niveles sin precedente. En las últimas décadas, la expansión de sectores como la industria extractiva, la producción energética, la ganadería a gran escala o los monocultivos, entre otros megaproyectos, ha causado graves consecuencias ambientales y sociales en las poblaciones que habitan las zonas donde se han ejecutado estos proyectos, incluyendo pueblos indígenas y afro-colombianos, y comunidades campesinas y pescadoras. A pesar de la existencia de un marco legal nacional e internacional que rige las obligaciones de los Estados y delas empresas en materia de derechos humanos, en Colombia ocurren graves violaciones de los mismos en el marco del desarrollo económico de sus regiones. Estas violaciones se agravan tomando en cuenta el conflicto armado que padece el país desde hace más de cincuenta años.