MENSAJES CLAVES
-
La inseguridad alimentaria sigue afectando a gran parte de la población del departamento. La identificación de casos de desnutrición aguda en niños menores de 5 años se ha dificultado debido a la pandemia por COVID-19. En el 2021, se identificaron 1.311 casos de desnutrición de niñas y niños menores de cinco años (de los cuales 924 fueron en población indígena). Por su parte, los casos de muertes por o asociada a desnutrición se elevaron a 41, representando el 23 por ciento del total del país (177).1 Este alto número de muertes responde en gran parte a la inseguridad alimentaria e hídrica y los obstáculos para el acceso a la atención de la salud. Estadísticas oficiales indican que sólo el 19,4 por ciento de los indígenas Wayúu que viven en zonas rurales dispersas en la Alta y Media Guajira tienen acceso a agua potable y los que residen en zonas urbanas reciben un servicio irregular y de agua no apta para el consumo humano.
-
La presencia e influencia de Grupos Armados No Estatales (GANE) en la mayoría de los municipios del departamento, las disputas territoriales entre dos de éstos y el control social ejercido sobre comunidades habitantes de territorios en medio de corredores estratégicos de rentas ilegales, en especial de la Troncal del Caribe y en zonas fronterizas, generó afectaciones humanitarias y restricciones a la movilidad y acceso a servicios en la población, así como violaciones a los derechos humanos durante 2021.
-
Por su condición y posición geográfica, La Guajira es vulnerable a sufrir fenómenos de variabilidad climática y desastres de origen natural, generando un mayor impacto en población rural dispersa, particularmente indígena y población pobre no asegurada. Esta población no cuenta con servicios básicos como agua potable, saneamiento básico, insumos para la higiene y electricidad. Además, un gran número de personas habita en viviendas con condiciones precarias. Los fenómenos climáticos generan diferentes afectaciones: una fuerte sequía agrava los problemas de seguridad alimentaria ya existentes y genera un agotamiento del recurso hídrico (pozos y jagüeyes), y afectación a medios de vida agropecuarios, causada por los incendios forestales en la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía del Perijá. Por otro lado, la temporada de lluvias ocasiona inundaciones, destrucción de viviendas por vendavales e incomunicación con las comunidades residentes de la Sierra nevada de Santa Marta y en la Alta Guajira. Las afectaciones cíclicas no permiten la recuperación de los medios de vida, presentándose necesidades humanitarias de forma recurrente.
Disclaimer
- UN Office for the Coordination of Humanitarian Affairs
- To learn more about OCHA's activities, please visit https://www.unocha.org/.