SANTIAGO, Chile.- Un incontrolable incendio que desde hace cuatro días lleva consumidas más de 8500 hectáreas de la reserva natural de Torres del Paine, uno de los centros turísticos más importantes de Chile, y que forzó la evacuación de unos 400 turistas desató nuevas críticas sobre el presidente Sebastián Piñera, por no haber reaccionado a tiempo.
En el equipo de emergencia trabajan actualmente más de 20 brigadistas argentinos de la provincia de Santa Cruz, junto a un escaso personal del ejército chileno y de la Corporación Nacional Forestal (Conaf). El fuerte viento que azota la zona -superior a los 120 kilómetros por hora- impide la llegada de aviones y helicópteros, además de propagar las llamas. Las esperanzas están puestas en una lluvia, anunciada ayer por los servicios de meteorología, que al menos retardaría el avance del fuego.
Los ecologistas, encabezados por Luis Mariano Rendón, se quejaron del lento proceder de las autoridades. "De acuerdo con la propia información del gobierno, queda en evidencia que la reacción ha sido absolutamente tardía y eso ha permitido que el fuego se expanda", aseveró Rendón.
"Una cosa es que los brigadistas y efectivos e incluso las aeronaves no puedan actuar por las condiciones del lugar, pero otra distinta es que ni siquiera se hayan desplazado a las inmediaciones en un lapso razonable", lamentó el senador opositor por la zona, Pedro Muñoz.
En conversación con LA NACION, el director del diario El Pingüino de Punta Arenas, Mauricio Vidal, confirmó la tardanza de las autoridades en reaccionar. "El fuego avanzó durante todo el martes sin que nadie hiciera nada. Recién el miércoles llegaron 50 brigadistas con palas, y en Santiago sólo tomaron decisiones a partir del jueves", aseguró Vidal.
Piñera, que ayer suspendió sus vacaciones en Viña del Mar, declaró estado de catástrofe en la zona y pidió ayuda internacional a la Argentina, Estados Unidos y Australia
"He decidido decretar zona de catástrofe a la zona afectada y he enviado a dos ministros a la zona afectada para que puedan dirigir personalmente todas las medidas necesarias para combatir este incendio con eficacia", dijo el mandatario. "[El combate al fuego] se ha visto dificultado por múltiples causas. La topografía del lugar es muy agreste y las condiciones climáticas son muy adversas. [?] El fuego está consumiendo unas 2500 hectáreas diarias", añadió.
Pocas horas más tarde viajaron a la zona la ministra de Medio Ambiente, María Ignacia Benítez, y el flamante titular de Agricultura, Luis Mayol. El propio Piñera explicó que el fuego pudo haber sido provocado por "una negligencia o descuido de un turista". El incendio se habría iniciado en un sendero, habitual lugar de camping de los visitantes extranjeros. A continuación, las llamas se habrían propagado por la ladera de un cerro en los Cuernos del Paine, en las cercanías del lago Grey, extendiéndose a los lagos Pehoé, Nordenskjöld y Sarmiento de Gamboa.
"Lo más probable es que el incendio haya sido provocado por acción humana. Conaf ya presentó una acción criminal en contra de quien resulte responsable", explicó el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter.
Ya fueron evacuadas las hosterías Las Torres y Peohé, además de los hoteles Lago Grey y Explora, del cual el fuego estaba a 50 metros. Los cerca de 400 turistas desalojados, en su mayoría europeos, incluían a una docena de argentinos, según supo LA NACION de forma extraoficial. La columna de humo y el olor a quemado, aseguraron testigos, ya eran perceptibles en Río Gallegos, provincia de Santa Cruz.
El parque nacional Torres del Paine tiene una superficie superior a las 220.000 hectáreas y recibe más de 150.000 visitantes por año.
El siniestro es sólo comparable a otro dos desastres históricos sufridos por el parque. En 1985, un turista japonés dejó una colilla de cigarrillo mal apagada, lo que causó un incendio de 14.000 hectáreas. Veinte años más tarde, en 2005, se destruyeron más de 15.000 hectáreas de bosque, luego de que se inflamara la cocinilla de camping de un turista checo en un sendero prohibido.