¿Qué rescatan las comunidades de Alhué de su experiencia en la lucha contra la desertificación a nivel local? En torno a esa pregunta se articuló el encuentro que mantuvieron el pasado viernes, 29 de abril, representantes de las organizaciones de base de la comuna de Alhué y profesionales del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en el cual realizaron un balance del trabajo realizado desde 2014 en la implementación de cuatro proyectos relativos a la desertificación.
Las cuatro iniciativas, financiadas por la Unión Europea en el marco del Programa conjunto PNUD—UE para Combatir la Desertificación (PCCD), fueron desarrolladas por las comunidades locales con el apoyo de servicios públicos, como el Fondo de Solidaridad e Inversión Social (FOSIS), y permitieron cumplir con los siguientes objetivos:
- Instalación de biofiltros en el sector de Talamí. Hoy, 10 familias del sector pueden reutilizar el agua de uso doméstico en el riego de sus huertas y consumir agua en mejores condiciones en el hogar
- Implementación de mecanismo para cosechar agua de lluvia. Esto permite el riego de hierbas medicinales del invernadero manejado por personas con capacidades especiales, quienes fabrican cremas y aceites naturales a partir de lo cosechado en ese lugar.
- Construcción de una estampadora de cera que posibilita que la miel producida por la Cooperativa Apícola de Alhué sea elaborada al 100% en la comuna.
- Instalación de 42 secadores solares para que las familias puedan deshidratar el excedente de fruta que cultivan, mediante la energía que provee el sol.
El éxito de las experiencias ejecutadas en Alhué ha servido de inspiración para otras comunas de Chile e incluso para otros países latinoamericanos. En 2015, representantes de Argentina, Brasil, El Salvador, Uruguay y Venezuela visitaron los cuatro proyectos para replicarlos en sus respectivos países. “Es un orgullo enorme que hayamos podido ser pioneros en realizar acciones contra la desertificación y que haya otras personas de otros países interesadas en verlas y tomarlas como solución”, comentó Ana Irrázabal, participante en uno de los proyectos.
Otro de los temas resaltados fue el rol de las comunidades en el éxito de las iniciativas. En torno a ello, Alejandra Alarcón, coordinadora del PCCD, destacó que “Estos proyectos han demostrado que los aportes de las comunidades, mediante su trabajo y su esfuerzo, han sido muy importantes para complementar los montos financiados”. Flavia Bustos, asesora técnica de los proyectos y nexo entre PNUD y las comunidades, evaluó muy positivamente la experiencia: “Cada grupo se hizo cargo de su proyecto y se organizó. Se vio que las comunidades pueden seguir hacia adelante. Se fortalecieron los vínculos personales y comunitarios entre las y los alhuinos y eso es muy positivo”.
Precisamente, el empoderamiento de las comunidades y los vínculos entre ellas han sido los ejes centrales para la conformación de la Asociación Canto del Horcón, la que reúne a diferentes comunidades con el fin de articular un circuito de turismo sostenible basado en las diferentes ofertas que la comuna puede ofrecer a nivel cultural, gastronómico y medioambiental, como la miel elaborada por la Cooperativa Apícola, el canto a lo divino que se practica tradicionalmente en Alhué, el té de frutas fabricado con la ayuda de los secadores solares o los atractivos naturales del lugar. “Los proyectos fueron ideales, porque nos dieron la oportunidad de unirnos y trabajar juntos. Aprendimos mucho. Ahora, todo ese aprendizaje hace que una visita turística favorezca a muchas familias y nos aporte oportunidades sostenibles para todos y todas”, comentó Jessica Barrera, beneficiada por la iniciativa de secadores solares.
Finalmente, el PNUD hizo entrega a las comunidades de la colección Guías Prácticas Campesinas elaboradas en el marco del PCCD, que proponen prácticas sencillas para que las familias campesinas puedan diseñar y ejecutar soluciones domésticas con el fin de contrarrestar los efectos de la desertificación y potenciar la sostenibilidad de sus actividades, abordando cuestiones como los abonos orgánicos, la cosecha de aguas de lluvia, el manejo de bosque nativo o la gestión sostenible de la huerta familiar.