1. CONTEXTO
En la tarde del 22 de diciembre se inició un incendio en zonas de bosque nativo en la parte alta de la ciudad de Viña del Mar (Región de Valparaíso), a 120 km de Santiago de Chile. Las llamas alcanzaron rápidamente sectores altos de las quebradas y cerros donde existen faros y construcciones sólidas que se vieron afectadas y, debido a su material, provocaron que el fuego se propagara rápidamente.
Al inicio de los incendios, SENAPRED (Servicio Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres), en conjunto con la Delegación Presidencial de la región, decretó alerta roja comunal para Viña del Mar y ordenó la evacuación de los sectores Tranque Sur, Vista las Palmas, Sub-Sector Pasaje Puerto Williams.
El 23 de diciembre, el presidente nacional Gabriel Boric Font decretó "estado de catástrofe" por calamidad pública. Aunque la respuesta del Estado fue rápida, dadas las condiciones climáticas de la zona, con vientos de más de 40-50 kilómetros por hora, altas temperaturas y presencia de material inflamable, el fuego se propagó agresivamente.
El 25 de diciembre, el incendio fue controlado y se declaró alerta amarilla para Viña del Mar. El 26 de diciembre, un grupo de voluntarios coordinados por el INJUV (Instituto Nacional de la Juventud) y el municipio realizaron labores de remoción de escombros. El 29 de diciembre, SENAPRED confirmó que todos los focos de incendio habían sido extinguidos en Viña del Mar.
Desde la primera semana de febrero de 2023, los fuertes vientos y las altas temperaturas han provocado decenas de incendios forestales que siguen ardiendo en el centro y sur de Chile, causando víctimas y daños generalizados. Las regiones más afectadas son Bío Bío, Araucanía, Ñuble, Maule, Los Ríos, Los Lagos, Aysén, O'Higgins, Valparaíso y Santiago Metropolitana. Hasta el 7 de febrero, según el Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (SENAPRED), había 17 incendios forestales activos en las regiones mencionadas.
El 3 de febrero se decretó "Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe" para las regiones del Biobío, Ñuble y La Araucaria debido a nuevos incendios forestales que volvieron a afectar a las familias que viven en las zonas. Estos incendios se ven incrementados por variables climáticas como las altas temperaturas.