Fuente: La Razon
Clima. Potosí es el departamento más perjudicado; en el oriente perecieron 600 reses
La ola de frío que afecta al país causó en los últimos días dos nuevas víctimas por hipotermia, una en Cochabamba y otra en Potosí, por lo que el número de fallecidos asciende a siete. En esta última región más de 1.000 familias reportaron el destrozo de sus casas por los fuertes vientos.
Según un reporte de los corresponsales de este medio en distintos departamentos, varios hechos se informaron ayer a causa de la ola de frío. En la capital del valle, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) recogió el lunes el cadáver de un indigente de 50 años. “Se presume que falleció por hipotermia por efecto de las bajas temperaturas”, dijo el capitán Marcelo Becerra, portavoz policial.
El segundo caso se reportó en la comunidad potosina de Zapatera del municipio de Tupiza, provincia Sud Chichas. Facundo Suárez Ventura se convierte en la segunda víctima del departamento a causa de las bajas temperaturas; el deceso fue comunicado en radios locales y confirmado por el Servicio Departamental de Salud, según el periódico El Potosí.
Los dos decesos se suman a otros cinco; los primeros dos casos se produjeron el viernes en la capital cruceña, ese mismo día en Potosí pereció un maestro, quien a la espera de un medio de transporte sufrió hipotermia. El lunes, la Policía de El Alto informó sobre el recojo de dos cadáveres en diferentes zonas de la urbe, ambos indigentes.
Los fuertes vientos en Potosí causaron destrozos en las comunidades y dejaron a más de 1.000 familias afectadas, y ganado camélido muerto.
“Municipios del norte, sur y centro del departamento informaron sobre destrozos por el viento; son casas, tinglados y hasta el cuartel de Colcha K que perdieron sus techos. Comisiones de la Gobernación irán a las zonas para evaluar los daños, pero al momento son más de 1.000 las familias afectadas”, declaró a La Razón el secretario departamental de Desarrollo Productivo, Raúl Mendizábal.
En Oruro, las últimas lluvias y ventarrones se llevaron techos y desplomaron muros de las casas en la ciudad y en el área rural, además de que las bajas temperaturas provocaron heladas y sequías en 14 municipios, los cuales fueron declarados zona de desastre, según la Unidad de Gestión de Riesgos de la Gobernación.
En el oriente, el gerente de la Federación de Ganaderos del Beni y Pando, Carmelo Arteaga, informó que más de 600 reses murieron a causa del frío intenso que soporta la región y advirtió que el número podría aumentar.
El descenso brusco de las temperaturas también causó la muerte de al menos un centenar de reses, que eran trasladadas desde el municipio de Ascensión de Guarayos hasta la capital, pero perecieron en una comunidad de Cotoca. Cada vacuno debía ser comercializado en $us 500.
Rescate por las nevadas
La Gobernación de Cochabamba rescató el lunes a nueve personas que quedaron atrapadas por la nevada en una comunidad de Vinto, desde el sábado. Ellos se recuperan.
3 alcaldías abren los albergues de invierno
Las alcaldías de La Paz, El Alto y Santa Cruz habilitaron albergues para acoger durante la época de invierno a personas que viven en la calle. Sin embargo, Oruro y Potosí no tienen el servicio, pese a que son regiones del altiplano y sus temperaturas llegan actualmente por debajo de cero.
La directora Municipal de Género de Santa Cruz, Rossy Valencia, dijo que la atención del albergue se extenderá hasta fines de julio. La Alcaldía invirtió Bs 290.000 y el lugar tiene capacidad para 200 personas, quienes tienen alimentación y atención en salud.
En los municipios de La Paz y El Alto también se adecuaron albergues transitorios para que las personas indigentes, además de recibir cena y desayuno, tengan una atención médica y los niños reciban apoyo escolar, según informaron las autoridades.
No sucede lo mismo en el departamento de Potosí, cuya característica climática es una de las más frías del país. El municipio evalúa buscar un área para acoger a personas que viven en la calle. En la ciudad de Oruro, los indigentes continúan durmiendo en vía pública porque no hay albergue.