Durante 2022, el mayor número de personas refugiadas y migrantes de Venezuela en Argentina se encontraba residiendo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires y, en menor medida, en otros centros urbanos como Córdoba, Rosario, Mendoza, La Plata y Mar del Plata. La mayoría de los ingresos al país continuaron siendo por vía aérea, no obstante se mantuvo el incremento gradual de ingresos por pasos terrestres, principalmente en Misiones y Jujuy.
Si bien el flujo migratorio siguió la tendencia de años anteriores, la Evaluación Conjunta de Necesidades de 2022 identificó cambios en las características demográficas y las estructuras familiares: entre las llegadas más recientes al país predominaron los grupos de mujeres, niños y niñas y personas mayores y disminuye la proporción de hombres solos.
Las condiciones macroeconómicas acrecentaron las desigualdades sociales y sus efectos impactaron en las poblaciones en situación de mayor vulnerabilidad. En este contexto, las oportunidades de integración socioeconómica de las personas refugiadas y migrantes de Venezuela en Argentina se han visto reducidas por la inestabilidad socioeconómica, en particular por el incremento de los precios de los alimentos y otros bienes y servicios básicos, junto con el aumento de la informalidad laboral.
Asimismo, quienes ingresaron más recientemente al país refirieron afrontar situaciones adversas que dificultan aún más su proceso de integración: demoras en la obtención de documentación de identidad nacional, ausencia de redes de apoyo, dificultades para acceder al mercado laboral; entre otras.
En 2022, y a pesar de la flexibilización de los requisitos de entrada relacionados con la COVID-19, un número significativo de personas refugiadas y migrantes de Venezuela continuó desplazándose por pasos irregulares debido a la falta de documentación adecuada del país de origen o al desconocimiento de los requisitos de entrada, entre otros motivos; exponiéndose a riesgos de protección. Las personas venezolanas manifestaron también obstáculos para acceder a solicitar la condición de persona refugiada. En el mismo período los movimientos secundarios entre países aumentaron, en particular desde Bolivia y Paraguay hacia Argentina, Uruguay y Chile; pero también desde Argentina hacia Uruguay y Chile.