Las Naciones Unidas estudian imponer nuevas
sanciones al régimen talibán mientras el país atraviesa una muy crítica
situación humanitaria
Con la finalidad de impedir un agravamiento
de la situación humanitaria entre la población afgana, OXFAM INTERNACIONAL
-INTERMÓN en España- se ha puesto en contacto con los quince integrantes
actuales del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para evitar que
este órgano apruebe el viernes una resolución que endurezca las sanciones
sobre Afganistán. Las sanciones impuestas hasta ahora por las Naciones
Unidas no han provocado el impacto deseado y, más bien, han agravado la
situación humanitaria y han dificultado el acceso de la población a las
medicinas. Además, las sanciones permiten al gobierno controlado por los
talibán señalar a las Naciones Unidas como principal causante de los males
del país.
OXFAM coincide con la preocupación internacional por el desprecio del régimen talibán a los Derechos Humanos, así como por el trato inhumano que especialmente las mujeres y niñas afganas reciben de su gobierno. No obstante, este grupo internacional de organizaciones no gubernamentales expresa serias dudas de que una intensificación del embargo conduzca a una mejora de la situación de los derechos de la población civil. Por el contrario, tal medida agravaría la situación límite que ya vive la población afgana a causa de la sequía que azota buena parte del país.
La sequía está conduciendo al país a una situación catastrófica. Se registran graves pérdidas en cultivos y ganado, escasez de agua potable e incremento exponencial del precio de los alimentos en las áreas urbanas. Sólo en Kabul, el 45% de los niños sufre malnutrición. Los colectivos más afectados por el momento son los agricultores de trigo del norte del país, que no ven una gota de lluvia desde hace meses, y la población nómada (kochis), que carece de agua y comida para alimentar a su ganado. Seg=FAn la previsión del Programa Mundial de Alimentos, se precisan 2,3 millones de toneladas de comida para el primer semestre del 2001; de lo contrario, una fuerte hambruna puede afectar a más de un millón de personas. El PMA prevé que el próximo junio más de 14 millones de personas, el 60% de la población, se verán afectadas por la sequía.
La situación de sequía se une a los efectos provocados por la guerra civil. Los talibán, que reciben armas de Pakistán, controlan el 90% del territorio, mientras que el Frente Unido Islámico Nacional controla un pequeño reducto en el noreste del país, y recibe armas de Rusia. La guerra ha ocasionado ya la huida del país de más de cinco millones de personas y un n=FAmero indeterminado de muertos.
EL PAÍS MÁS POBRE DE ASIA
OXFAM insta a los países decisores a que a la hora de resolver tengan en cuenta la precaria situación de la población afgana. Afganistán es el país no africano más pobre del mundo. La esperanza de vida apenas alcanza los 45 años, sólo tres de cada diez adultos saben leer y escribir, y entre las mujeres sólo un 15% están alfabetizadas. El 88% de la población no tiene acceso al agua potable, y el 98% carece de cuidados sanitarios. Los 21 años de guerra, desde la invasión soviética en 1979, han dejado más de diez millones de minas sin explotar dispersas por el territorio.
OXFAM INTERNACIONAL trabaja en Afganistán desde 1989 y sus acciones están orientadas a mejorar el acceso de las poblaciones más desfavorecidas a la salud y la educación, así como a incrementar el sustento económico mediante el trabajo. Además, OXFAM lleva a cabo en el país un programa de Derechos Humanos dirigido fundamentalmente a mujeres. Hazarajat y la provincia de Baghlan son las zonas de actuación principales de OXFAM, donde actualmente proporciona alimento a 300.000 personas. Paralelamente al programa de desarrollo, OXFAM emprendió, después del terremoto de junio de 1998, un programa de ayuda humanitaria a los damnificados y de reconstrucción de las zonas más afectadas.
EFECTOS ADVERSOS
En noviembre de 1999 el Consejo de Seguridad aprobó un paquete de sanciones a Afganistán que consiste en el veto del espacio aéreo internacional de la aerolínea de bandera afgana Ariana, la congelación de los fondos afganos en el extranjero, y el bloqueo a la inversión externa en el país asiático. Seg=FAn los propios representantes de las Naciones Unidas en Kabul, cuya cabeza visible es el español Francesc Vendrell (jefe de la misión especial de la ONU para Afganistán), las sanciones han tenido efectos adversos a los esperados y han dificultado el trabajo de las agencias humanitarias para responder a las necesidades más acuciantes.
OXFAM teme que detrás del interés de Washington y Moscú por intensificar el paquete de sanciones a Afganistán primen los intereses políticos sobre la situación humanitaria. La llave de la decisión la tienen Francia y China, que a=FAn no tienen definido si se abstendrán o bien si ejercerán su derecho al veto.