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Informe de la situación de la Malaria en las Américas 2014

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PREFACIO

En 1954, los países de la Región de las Américas tomaron la novedosa decisión de hacer que la erradicación de la malaria pasara a ser un programa, con la Oficina Sanitaria Panamericana como la entidad a cargo de la coordinación.
Un año más tarde, se crea el Programa Mundial para la Erradicación de la Malaria, que se convertiría en la entidad coordinadora de los esfuerzos contra la malaria a escala mundial. A lo largo de más de un siglo de trabajo para reducir la transmisión de la malaria, la enfermedad se ha mantenido como una de las principales preocupaciones de los Estados Miembros de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). En septiembre del 2016 los ministros de salud de toda la Región adoptaron un nuevo plan para la eliminación de la malaria en los próximos cuatro años e instaron a los países a intensificar la lucha contra la enfermedad.

La situación actual de la malaria en la Región de las Amé-ricas ha cambiado drásticamente desde mediados de los años cincuenta. La enfermedad se ha eliminado en muchos países, pero ha resurgido o aumentado con rapidez en muchos territorios que no supieron reconocer la fragilidad de sus logros, donde sigue siendo un desafío lograr mejoras en cuanto a los determinantes sociales y donde subsiste la receptividad a la malaria. En la actualidad, gracias a los compromisos redoblados desde el año 2000 tanto a escala regional como mundial de combatir la malaria, el número de casos se ha reducido a menos de la mitad y el progreso para evitar las muertes ha sido incluso más espectacular. Por primera vez en más de 30 años, ahora podemos imaginar un mundo sin malaria y 18 países de la Región han manifestado su compromiso oficial de trabajar para lograr la eliminación. Actualmente un país de la Región se encuentra en proceso de certificar la eliminación y se prevé que al menos cuatro más le seguirán en los próximos años.

A pesar de estos avances, algunos países siguen afrontando grandes retos en el ámbito de la salud pública. En particular, todavía es necesario fortalecer algunos sistemas de salud para que puedan evaluar con exactitud la situación actual. Otro motivo de gran preocupación es la posible aparición de resistencia a los antimaláricos que se usan en la zona del Escudo Guayanés. Las poblaciones en situación de vulnerabilidad, como los grupos indígenas, viven en condiciones precarias y corren un riesgo mayor de contraer malaria. La información acerca del riesgo de malaria en las mujeres embarazadas también sigue siendo inadecuada en muchos países de la Región, por lo que este tema es una prioridad clave para la OPS.

El financiamiento de las actividades contra la malaria en la Región proviene principalmente de fuentes nacionales, lo cual demuestra el grado de compromiso de los países.
No obstante, el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y Malaria (Fondo Mundial) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID por su siglas en inglés) se siguen contando también entre las principales fuentes de apoyo financiero externo a los países de la Región donde hay malaria. Sin embargo, a medida que los casos de malaria han ido disminuyendo, también ha mermado el financiamiento, lo que podría poner en peligro el progreso sostenido hacia la eliminación.

El objetivo de este documento es presentar un panorama de la situación actual de la malaria. El Programa Regional contra la Malaria de la Unidad de Enfermedades Desatendidas, Tropicales y Transmitidas por Vectores del Departamento de Enfermedades Transmisibles y Análisis de Salud (CHA/VT), de la OPS, elaboró este informe a partir de los datos notificados oficialmente por los Estados Miembros entre el 2000 y el 2014. En él se presenta un panorama de la situación actual de la malaria a nivel regional y subregional, así como a nivel de país en caso de los países endémicos, y se documentan los logros desde el año 2000, además de los retos que subsisten.

Esperamos que los resultados presentados sirvan no solo para informar sobre la situación de la malaria, sino también para inspirar una acción positiva con el fin de eliminarla.

A medida que avanzamos hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, 18 países han declarado la meta de eliminar la malaria, ya sea parcialmente o en todo el país, mientras que otros se han propuesto reducirla en un 90%. En la Estrategia Técnica Mundial contra la malaria 2016-2030, de la Organización Mundial de la Salud, se ha instado a acelerar la eliminación de la malaria, y el Plan de Acción para la Eliminación de la Malaria 2016-2020, de la OPS, facilitará la consecución de esa meta en esta Región.

La Región de las Américas ha recorrido un largo camino en sus esfuerzos para frenar la carga de la malaria desde el año 2000, algo que no hubiera sido posible sin los esfuerzos persistentes de los países y las contribuciones de diversas entidades y organizaciones. Sin embargo, para lograr la eliminación de esta enfermedad se necesitarán aún más recursos, dado que los desafíos actuales se encuentran entre los más complejos y socialmente sensibles.

La OPS espera con interés mantener una colaboración duradera con los Estados Miembros y otras partes interesadas para afrontar los principales desafíos y las brechas cruciales documentadas en este informe, a fin de alcanzar la meta máxima que tenemos en común de lograr un mundo sin malaria.

Dr. Marcos Espinal
Director,
Departamento de Enfermedades Transmisibles y Análisis de Salud