Unificar esfuerzos para poner en marcha un nuevo método de advertencia, ha sido positivo para los pobladores de asentamientos.
Ericka Pivaral
Cristina Castro sabe que cuando la lluvia no deja de caer, ella debe salir a los callejones del asentamiento El Esfuerzo y con la ayuda de un megáfono pedir a sus vecinos que suenen los silbatos.
Gritos, llamadas telefónicas y sirenas, son algunos de los métodos que se combinan con los pitos, pues se trata de lograr el objetivo, unir esfuerzos cuando se trata de evitar un desastre.
Ese es el nuevo sistema que utilizan los dirigentes del asentamiento El Esfuerzo, zona 7 capitalina, para lograr que los pobladores estén enterados del peligro que se corre a causa de los aguaceros y por supuesto de los deslaves y derrumbes.
Oír la alarma significa que los pobladores ya fueron advertidos y deben abandonar las viviendas y dirigirse al salón comunal, sitio considerado como seguro para todos.
De esa forma funciona este nuevo sistema para prevenir desastres y que están poniendo en marcha los comités de emergencia de 365 asentamientos en riesgo.
Para Uber León Navas, presidente del asentamiento Las Torres, la importancia de esta alerta temprana radica en los programas de capacitación para saber cuándo puede ocurrir alguna catástrofe en la localidad, "se trata de estar informado de cuáles son los lugares más seguros para nuestras familias", reitera.
Opiniones
"Gracias a Dios no hemos perdido vidas humanas, aunque ahora tenemos 32 familias en alto riesgo. Con el sistema que tenemos esperamos estar alertas por cualquier cosa".
Uber León,
dirigente de asentamiento.
"El programa de capacitación que hemos recibido cada mes, por parte de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), nos va ayudar mucho en esta época del invierno".
Cristina Castro,
vecina.