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Bolivia

Bolivia mejora la alimentación escolar con apoyo de la Unión Europea y el PMA

Icla (Bolivia), 16 feb (EFE).- La Unión Europea (UE) apoya un proyecto del Programa Mundial de Alimentos (PMA) para mejorar la alimentación escolar en Bolivia, donde la desnutrición aflige al 22% de los niños menores de 5 años.

El embajador de la UE en Bolivia, Kenneth Bell, y algunos de sus colegas europeos acompañaron durante dos días a la representante del PMA en el país, Vitória Ginja, en un recorrido por Chuquisaca (sur), para conocer sobre el terreno el programa, al que destinaron 4,5 millones de euros en los últimos tres años.

En una pequeña localidad de la región, Icla, se ha instaurado por primera vez una cooperación con los municipios rurales para crear una cadena alimentaria que una a la comunidad y a la vez favorezca la alimentación de los escolares.

"Los padres cosechan, las madres producen, los municipios compran y los niños consumen", resumió a Efe el gerente de la Mancomunidad de Alimentación Escolar de Chuquisaca (MAECH), Luis Erquicia.

Eso precisamente sucede en la pequeña comunidad de Uyuni, a 118 kilómetros de la capital boliviana, Sucre, donde los mismo padres, preocupados por la salud de sus hijos, pidieron ayuda para mejorar la alimentación en las escuelas, en las que es obligatorio servir el desayuno en el período lectivo.

De ahí surgió una iniciativa con un producto, el maní (cacahuete). "Teníamos la necesidad de mejorar la calidad de vida de nuestros hijos, y lo primero era mejorar el desayuno", explicó Julia Soto, una de las madres.

Los hombres siguen con sus cultivos mientras 16 mujeres, con el apoyo del PMA y la UE, han comenzado a instalar maquinaria para el procesamiento del cacahuete no sólo como fruto seco sino también en mantequillas y aceites.

Sorprendente es también el emprendimiento en la comunidad de Jantun Mayu, en el mismo municipio, aunque ahí los roles cambian: los niños producen y consumen, mientras las madres se dedican a la cocina.

Los 161 alumnos de entre 3 y 12 años de la pequeña escuela de la zona encontraron en las hortalizas el complemento perfecto para su alimentación diaria, y se lanzaron a su cultivo en un huerto.

Las diferentes épocas de cosecha, sin embargo, no ayudaban a la buena alimentación y les convirtieron en dependientes del clima, hasta que los proyectos y el dinero internacionales permitieron la construcción de un invernadero que cuidan los propios niños.

Tomates, acelgas, pimientos, cebollas, lechugas, calabacines y remolacha se han convertido desde entonces en la base de la alimentación de los pequeños.

Estos productos, unidos a las donaciones de fideos, arroz y frijoles del PMA permiten una dieta más que saludable.

Pero a pesar de los avances, el programa todavía es joven, ya que comenzó en 2007.

Los dos ejemplos que visitó la comitiva diplomática resumen las dos propuestas del PMA: la creación de iniciativas y escuelas productivas, ambas destinadas a la mejora alimentaria de los niños, sobre todo en el desayuno escolar.

Pero no son los únicos proyectos en los que coopera la UE, ya que desde mediados de la década de 1990 ha desembolsado más de 122 millones de euros en programas de apoyo a la seguridad alimentaria en Bolivia.

El PMA, por su parte, sigue con sus proyectos para combatir la desnutrición en el país, y para ello cuenta, hasta 2012, con su programa "País", que en Chuquisaca beneficia a más de 8.000 niños de 2 a 5 años, y con el apoyo a la alimentación escolar, que en la misma región ayuda a 18.000 menores y maestros.

Sin embargo, "queda trabajo por delante", aseguraron a Efe funcionarios del PMA, y más con la actual coyuntura de Bolivia, víctima de la crisis alimentaria mundial e inmersa en una escalada de precios de los productos, sin olvidar el problema de las sequías.